A tan solo 25 kilómetros de Lisboa, puedes planear una experiencia de enoturismo conveniente e inolvidable en Bucelas, una joya de la región vinícola de Lisboa.
Conocida por su vino blanco singular, producido principalmente a partir de la variedad Arinto, esta villa ofrece paisajes hermosos, vinos excelentes y una gastronomía distintiva con un toque caboverdiano. Es un destino donde el enoturismo se entrelaza con una invitación irresistible a desacelerar y disfrutar de los bellos paisajes, la gastronomía y el Arinto de Bucelas, ¡el príncipe de los vinos portugueses, claro!
En este artículo proponemos una ruta de un día en Bucelas que incluye tres experiencias memorables: una visita a la Quinta das Murgas, almuerzo en el restaurante Chão do Prado y una visita al Museo del Vino y de la Viña de Bucelas para cerrar con broche de oro.
Primera Parada: Quinta das Murgas — Donde el vino tiene alma y la tierra tiene memoria
Comenzamos nuestro día en la encantadora Quinta das Murgas, una propiedad que ha permanecido en la misma familia por generaciones, hoy en manos de João França, inspirado por el legado de su abuelo, Sérgio Geraldes Barba. Y es precisamente esa continuidad la que le da un aura especial, como si la memoria del lugar estuviera cuidadosamente preservada en cada piedra de sus muros y en las historias contadas por nuestro guía Mauro Bandeiras.
Esta quinta mantiene un fuerte vínculo con el pasado agrícola de la región. La propiedad ha evolucionado con el tiempo, acompañando los ciclos del viñedo y de la vida rural, pero sin perder nunca su identidad. Hoy es gestionada con pasión y dedicación por la nueva generación de la familia, que ha sabido unir tradición e innovación para transformar la finca en un espacio de enoturismo acogedor y sostenible.
Nada más llegar, nos envolvió una atmósfera serena, donde la naturaleza se impone en armonía con las actividades de la finca. La visita comienza con un paseo por los viñedos, que se extienden por suaves colinas, flanqueadas por olivos. El paisaje está salpicado de antiguos muros de piedra seca y senderos que conducen a los rincones más pintorescos de la propiedad y a vistas impresionantes.



Una de las actividades que distingue a la Quinta das Murgas es la presencia viva de los animales que habitan el espacio. A lo largo del recorrido, nos cruzamos con hermosos y dóciles caballos de competición, cabras curiosas, ciervos elegantes e incluso llamas simpáticas, que viven allí en un entorno de libertad y bienestar. La finca también funciona como un pequeño santuario animal, donde el respeto por los seres vivos es evidente. La mayoría de las especies nacieron allí y todas son cuidadas con cariño, lo que contribuye a un ambiente único, especialmente cautivador para los visitantes más jóvenes (niños) o amantes de la naturaleza.
La visita culmina con una cata de vinos, realizada en un comedor imponente, elegante y, al mismo tiempo, acogedor, donde cada botella abierta es un homenaje a la tierra que la vio nacer. Probamos algunos de los vinos más emblemáticos de la casa: el Arinto, blanco, fresco y mineral, y un tinto elegante, acompañados de productos locales como quesos curados, embutidos artesanales, pan casero y aceite de oliva. Una armonización simple, pero pensada para mostrar lo mejor que Bucelas tiene para ofrecer.
Además de las visitas regulares, la Quinta das Murgas ofrece experiencias personalizadas durante todo el año, como pícnics al aire libre entre los viñedos, programas de vendimia participativa, cenas maridadas e incluso actividades de team building.
Si está interesado, puede reservar cada experiencia haciendo clic en este enlace

Prova de vinhos vertical com visita á Quinta.

Prova de vinhos + visita à quinta em veículo

Prova de vinhos + Passeio a Cavalo

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Para quienes deseen prolongar la experiencia e inmersión en este entorno idílico, la finca también ofrece alojamiento rural con todo confort, ideal para una escapada tranquila en pareja o en familia. Los alojamientos, disponibles a través de plataformas como Booking, ofrecen un ambiente acogedor y auténtico, donde el sonido de la naturaleza reemplaza al ruido de la ciudad.

Segunda Parada: Restaurante Chão do Prado — Sabores que encantan y una historia familiar inspiradora
A continuación, situado en las inmediaciones de los viñedos e integrado perfectamente en el paisaje rural, fuimos al restaurante Chão do Prado. En un ambiente acogedor, con decoración rústica y una vista despejada sobre los campos, encontramos una cocina distintiva.
Chão do Prado es el resultado del sueño de una pareja, Soraia y João, que en el otoño de 2013, recién llegados de Cabo Verde, aceptaron el desafío de reabrir el restaurante, inspirados por la tradición gastronómica local y el deseo de crear algo que uniese naturaleza y hospitalidad. Recuperaron un edificio antiguo con vista a los campos de Bucelas y allí dieron vida al lugar.
La idea era crear un espacio que reflejara lo mejor de la región. El nombre “Chão do Prado” remite precisamente al suelo fértil y verde donde se sitúa, y donde pretenden que cada comida sea también un momento de contemplación y placer en todos los sentidos.
El almuerzo fue memorable. Comenzamos con entrantes simples pero deliciosos, como pan de trigo con aceite de oliva aromatizado. El punto culminante fue, sin duda, el Bacalao à Chão do Prado: lomo de bacalao desmenuzado, servido sobre una cama de cebolla caramelizada, grelos salteados y garbanzos, cubierto con pan de maíz crujiente y gratinado al horno. Una interpretación creativa y reconfortante de un plato clásico portugués, perfectamente acompañado por un vino blanco Arinto de la región.
La carta de vinos da prioridad a los productores locales, incluyendo referencias menos conocidas que merecen ser descubiertas. El servicio es amable y atento, lo que contribuye a una experiencia relajada y sabrosa.
Tercera Parada: Museo del Vino y de la Viña de Bucelas — Una inmersión en la historia
Para finalizar nuestro recorrido, visitamos el Museo del Vino y de la Viña de Bucelas, situado en el centro del pueblo. Instalado en el edificio de una antigua escuela primaria, el museo es pequeño, pero extremadamente rico en contenido y significado. Aquí conocimos la evolución de la producción vitivinícola en Bucelas, desde los tiempos romanos hasta la actualidad, pasando por la notoriedad que los vinos de la región alcanzaron en la corte inglesa durante el siglo XIX.



Con una colección bien organizada y una museografía clara, el museo ofrece un recorrido cronológico que explica las prácticas agrícolas, los utensilios utilizados, los ciclos del viñedo y las técnicas de vinificación. Una sección especialmente interesante está dedicada a la variedad Arinto, reina de la región, y a las particularidades del terruño de Bucelas, con sus suelos arcillo-calcáreos y microclima atlántico.
También es un espacio vivo, con exposiciones temporales, talleres, catas comentadas y eventos culturales que mantienen al museo conectado con la comunidad y los visitantes. Una parada esencial para contextualizar todo lo que se ve y se prueba a lo largo del día.
Una ruta que despierta los sentidos
Esta ruta de un día en Bucelas es un viaje sensorial y emocional a la tradición vinícola portuguesa. Desde la autenticidad de la Quinta das Murgas, un almuerzo de excelencia en Chão do Prado, hasta la riqueza histórica del Museo del Vino y de la Viña, cada parada ofrece una faceta distinta de este territorio tan especial.
Ideal para amantes del vino, la cultura y la gastronomía, Bucelas es el destino perfecto para quienes buscan una experiencia enoturística cerca de Lisboa, pero lejos del bullicio del día a día. Y para quienes desean prolongar el encanto, la Quinta das Murgas invita a quedarse, con vino, silencio y estrellas como compañía.